Detección de Metales y Plásticos Detectables
en la Industria Alimentaria
Descubre cómo la detección de metales y plásticos detectables ayudan a mantener la seguridad y la calidad en la industria alimentaria, y la importancia de la calibración adecuada y la evaluación de riesgos.
El uso de detectores de metales es una práctica legal y necesaria en gran parte del mundo, basada en principios de Análisis de Peligros y Puntos Críticos de Control (HACCP) o de evaluación de riesgos. La eficacia de estos dispositivos depende en gran medida de su correcta calibración. Los detectores de metales vienen principalmente en dos tipos: un sistema de tres bobinas balanceadas y un detector de ferrosos en lámina, ambos diseñados para identificar y rechazar productos contaminados de la línea de producción.
Es importante entender que los detectores de metales no son 100% efectivos, y hay factores, como la interferencia eléctrica o magnética, vibraciones y las propiedades del alimento, que pueden afectar la capacidad del detector para descubrir y rechazar contaminantes metálicos.
Para complementar la detección de metales, se han desarrollado plásticos detectables por metales. Estos plásticos están diseñados para minimizar el riesgo de cuerpos extraños de plástico en productos alimenticios, un problema que puede dañar la reputación de las marcas y que es estrictamente regulado por las normas de seguridad alimentaria de la Iniciativa Global de Inocuidad Alimentaria (GFSI).
La efectividad de estos plásticos detectables depende de varios factores, incluyendo el tipo y cantidad de compuesto detectable por metales incorporado, el tamaño y posición del plástico, y cómo se ha calibrado el detector de metales. La calibración adecuada es un aspecto esencial, ya que agregar demasiado compuesto detectable por metales puede tener un efecto negativo en el plástico.
Evaluación de Riesgos y Decisiones Informadas
A pesar de las innovaciones en la detección de metales y plásticos detectables, la eficacia de estas medidas depende en última instancia de una evaluación de riesgos rigurosa y decisiones informadas.
Por ejemplo, se ha descubierto que los cepillos con cerdas detectables por metales no son tan efectivos en la limpieza como los de plástico y son menos duraderos, lo que aumenta el riesgo de contaminación del producto. Por otro lado, se ha lanzado una nueva gama de productos detectables por metales y rayos X, disponibles en cinco colores para facilitar la detección visual de cuerpos extraños en los productos.
En este contexto, la elección de equipos adecuadamente detectables y la calibración precisa de los detectores de metales son vitales. Para alcanzar una detección similar a una esfera de hierro de 1.5 milímetros de diámetro, se necesita un trozo de acero ferroso de tres milímetros de largo con un grosor de 0.95 milímetros. Sin embargo, se requerirían longitudes más largas de cerdas de plástico detectables por metales para lograr el mismo nivel de detección, debido a su menor grosor y porcentaje de material metálico.
Si bien los detectores de metales están diseñados para identificar metales, su rendimiento puede verse afectado por diversos factores y no son 100% eficientes. La decisión de utilizar plásticos detectables por metales debe basarse en una evaluación de riesgos detallada y considerar el tamaño y la calibración de los mismos.
En última instancia, la seguridad y la calidad en la industria alimentaria dependen de una combinación de tecnologías innovadoras, como la detección de metales y los plásticos detectables, y prácticas sólidas de evaluación de riesgos. Estas herramientas y métodos proporcionan una línea de defensa esencial contra la contaminación, ayudando a proteger a los consumidores y a mantener la reputación de las marcas en una industria altamente competitiva.
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