Conceptos básicos de la limpieza manual – Parte II: ¿qué implica?

Conceptos básicos de la limpieza manual - Parte II: ¿qué implica?

Conceptos básicos de la limpieza manual - Parte II: ¿qué implica?

En la parte I de esta serie abordamos cómo la limpieza manual combina diversos utensilios (cepillos, raspadores, jaladores, etc.) con otros recursos de limpieza auxiliares para eliminar de forma eficaz la contaminación de superficies y equipos. En numerosas ocasiones, la mejor opción práctica, especialmente para equipos complejos, es la limpieza manual.  No obstante, cuando hablamos de limpieza manual, ¿nos referimos simplemente a que un empleado limpie la superficie interior de un depósito sucio con un cepillo de mano?

Pues no: ¡es mucho más que eso!

Los conceptos: entendamos qué es qué

 

Por limpieza se entiende la eliminación de residuos visibles de una superficie. Las prácticas recomendadas en el sector y los requisitos reglamentarios siempre han consistido en limpiar antes de desinfectar la superficie.

La limpieza no debería tomarse como una actividad aplicable por igual a todo, ya que varios factores pueden influir en el cómo, el cuándo y el por qué eliminar suciedad de una superficie. Esta puede lograrse de diferentes modos, y un solo método de limpieza puede constar de diversas actividades que se solapen:

Conceptos básicos de la limpieza manual - Parte II: ¿qué implica?​

Tal como se muestra, la limpieza manual puede requerir o no el desmontaje de las piezas de los equipos. Por otra parte, es importante definir el grado de limpieza: una decisión basada en el riesgo que depende, por lo general, del tipo de contaminante que se desee eliminar de una superficie (microorganismos, alérgenos y cuerpos extraños, por lo general). A continuación, detallamos algunos de los factores que repercuten en el nivel de limpieza:

  • Si el contaminante o peligro presente debe eliminarse por completo o reducirse a un nivel aceptable mediante el proceso de limpieza.

  • Si la propia actividad de limpieza debe contener al máximo la propagación del contaminante.

  • Si la actividad de limpieza tendrá un efecto negativo en la superficie objeto de la limpieza.

  • Si se cumplirán los reglamentos vigentes, los estándares y las prácticas recomendadas mediante la actividad de limpieza. 

Minimice la propagación de la contaminación durante la limpieza

Según se muestra a continuación, determinadas actividades de limpieza pueden contribuir a la propagación de la contaminación y, por ello, se consideran de alto riesgo.

El uso de técnicas de limpieza a alta presión, según se ilustra, representa una actividad de alto riesgo en comparación con el frotado o el raspado. El primer caso generará aerosoles líquidos y gotas o partículas que se propagarán a una distancia considerable, llevando consigo la contaminación de la superficie sujeta a limpieza. Sin embargo, otras técnicas de limpieza manual habituales, como el fregado o el barrido, suelen clasificarse como de riesgo medio, y solo requieren ciertas medidas de precaución al llevarlas a cabo. Por ejemplo, fregar piezas sucias con un cepillo ofrece mejores resultados cuando estas se sumergen mientras tanto en agua, lo que reduce la propagación de las gotas generadas en la acción de fregado.

Seleccione el utensilio adecuado para cada trabajo

 

La selección de los utensilios manuales es un proceso fundamental, ya que puede influir en gran medida tanto en su eficacia de limpieza y su durabilidad como en el mantenimiento y el almacenamiento posteriores. Presentamos a continuación algunos consejos prácticos para seleccionar los utensilios:

  • Escoja el tipo de cerda correcto de cepillos y escobas. Los cepillos de cerdas rígidas son adecuados para eliminar residuos persistentes con o sin agua, pero pueden dañar las superficies, mientras que los cepillos de cerdas muy suaves pueden ser ineficaces para eliminar residuos sólidos de las superficies, pero son adecuados para arrastrar polvos finos.

  • Es mejor usar utensilios de un solo color que resulten fácilmente identificables según uso o zona higiénica. Separar los utensilios de este modo contribuye enormemente a reducir la contaminación cruzada en plantas de producción de alimentos.

  • En aquellas operaciones que se desarrollen a altas temperaturas, use utensilios capaces de soportarlas.

  • Analice si serán necesarios utensilios especiales, por ejemplo, para los procesos de limpieza profunda, limpieza minuciosa o limpieza de alto y bajo nivel.

  • Los utensilios diseñados higiénicamente suelen tener superficies suaves y bordes redondeados, y carecen de hendiduras donde se puedan acumular contaminantes que luego resulten difíciles de eliminar. Los cepillos UST y la gama de mangos y jaladores ultrahigiénicos de Vikan constituyen una opción excelente de utensilios para instalaciones alimentarias que procesen productos de alto riesgo.

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